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-¿En qué piensas? Pregunto mi sombra.
Me asombré al verla sentada a mi lado. - En si el camino que conduce al sol es muy largo. – Respondí.
-Sí  lo es. Lo he transitado por varios años todas las noches, todas las mañanas y parte de tus tardes para tratar de llegar a él.
-¡Uh! Entonces si es largo.
-Muy largo. Siento que en lugar de acercármele más me alejo.
-¿No te da miedo?
-¿Miedo? Miedo de qué.
-De perderte en el camino por solo ir tras él.
-Eso no lo sé. Dímelo tú. Tú eres la que se empeña en buscarlo. Aún cuando las nubes lo cubren y no te lo dejan ver. Yo solo hago acto de presencia.
-¿Yo? ¿Por qué yo? A pesar de que te siento, yo a ti poco te veo… excepto cuando me enojo con el sol y le doy la espalda.
- Sí; pero se te olvida que soy tu sombra y ando contigo las 24 horas del día.
- Y si andas conmigo las 24 horas del día, como es que sabes que el camino es largo.
- Porque ese cielo nocturno que ves allá arriba cuando se oculta el sol, es mi propia sombra y te observa toda la noche… y el árbol que hay en frente de tu casa es otra de las tantas formas de sombra que tengo. Así que es fácil ausentarme sin que te des cuenta.
-¡Wow! No lo sabía…
- Ahora ya lo sabes. No solo de luz esta hecho todo. Las sombras somos otra especie de mundo.
- Y entonces… ¿Seguirás tratando de alcanzar el sol?
- Si. Pero no te ilusiones, porque no lo quiero lograr.
- ¡Oye no! ¿Cómo? Y entonces…
- Si lo hago me convertiré en luz y dejaré de existir, dejaré de ser sombra, dejaré de ser tu sombra y me gusta serlo… Soy una sombra alta, estilizada y de cabello largo…
- Si… Sombras como tu poco se ven.
- Y entonces… ¿Tú quieres que lo alcance?
- Noo. Déjalo. Desde aquí se ve mejor. No todo es luz, los sueños son otra especie de mundo, con todo y sus sombras…


FIN
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