Páginas

Deje de creer en tus palabras, cuando en aquella tarde de abril me lanzaste una mirada odiosa como si te debiera o te hubiese hecho algo. Y cuando te pregunté qué pasaba, dijiste: nada.
-¿Qué piensas?
-¿Ah? Nada. Sonrió.
De nada en nada y se creen historia.
_______________________________________________________________________