Páginas

-¿Qué haces?
-Dibujo aromas de otoño.
-¿Y a que huele el otoño?
-Inhala…
Tomo una bocanada grande de aire hasta el punto de llenar sus pulmones.
-Te dije inhala, no traga aire.
-Jaja. Perdón.
-Hazlo suave, pausado, como percibiendo un bello aroma.
De nuevo tomo aire pero esta vez lo hizo inhalando cada partícula del mismo. – Pues sí, huele a fresco, a frio. Un aire frio.
-No solo a eso. Huele a lluvia de nostalgias, a recuerdos huracanados, historias pasajeras… a cielo rojo, a horizonte… olvidos intensos, té de manzanilla, a pasto húmedo, a infinito sol.
-Tus otoños parecen ser intensos.
-Así es. Mis otoños son el perfume de mi alma.
_________________________________________________________________________