El pasado es algo más que solo un tiempo. Son cuatro tiempos.
Esta el tiempo pasado. Pasado de años. El mismo que siente que le llegó la vejez… aquel que ya no espera a que los años vengan solos, sino que los deja pasar y que sigan por sí mismos, el ya no está para esos trotes.
Esta el tiempo pasado. Pasado de años. El mismo que siente que le llegó la vejez… aquel que ya no espera a que los años vengan solos, sino que los deja pasar y que sigan por sí mismos, el ya no está para esos trotes.
Entre otro tanto esta el tiempo pasado. Pasado de tragos. Aquel que entre tantos recuerdos un día decidió tomarlos en serio y se embriagó.
Otro, es el tiempo pasado. Pasado de la raya. Aquel que nunca creyó que las vidas transitaran por mundos paralelos. ¿Paralelo? ¿Qué es eso, una raya? Preguntaba. Nunca quiso transitar la suya siempre se la paso por otras vidas. Siempre se pasó de la raya.
Y por último el tiempo pasado. Pasado en Kilos. Ese al que siempre le pesaron todos esos años que se le pasaron sin pensarlo solo por esperar el futuro. Decía que nunca lo había visto y vivía tan pendiente de encontrárselo que pasó por alto todo lo demás. Todo lo que no pudo disfrutar a tiempo. Eso sí que pesa.
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